Micenas. «Cuando dos horas bastan para viajar 3.500 años atrás»

Para ir a Micenas necesitas visitar Grecia, ese pequeño punto en el mapa y cuna de la civilización occidental que te permite admirar fácilmente uno o más de las decenas de lugares donde nació la civilización gracias a su pequeña extensión, incluso en un sólo día. Aquí, el visitante tiene la posibilidad de admirar, ver de cerca y ser consciente de que las instituciones y los valores que definen hoy al mundo actual provienen de la antigua Grecia. Simplemente realizando una visita a uno de los cientos de lugares de interés.

El objetivo en GreciAquí es ofrecer al visitante un tour diferente que nunca antes haya vivido, sin simples descripciones, sino más bien, de forma participativa (siempre y cuando lo desee), ayudamos al viajero de hoy a completar sus deseos y vivir este viaje, viajando en el tiempo, como una experiencia de vida maravillosa. Dicho esto, un domingo de marzo decidimos viajar de Atenas hacia Micenas, Tirinto y a Nafplio, como una de las tantas veces desde los inicios de GreciAquí. Con el objetivo de compartir en compañía con todos los visitantes de GreciAquí la alegría e irrepetible experiencia de esta excursión en la tierra de Argólida.

Nuestra excursión en Micenas

Nuestro trayecto comenzó desde Micenas que es la ciudad prehistórica más importante de Grecia y el centro de las más grandes civilizaciones prehistóricas que duró desde el siglo XVI a.C hasta el siglo XI a.C.

Temprano por la mañana y con el equipamiento necesario, salimos de Atenas con todas las ganas de vivir de cerca la experiencia de esta excursión. Después de dos horas llegamos a Micenas, en el Peloponeso, con el clima de nuestro lado. Las dos horas de viaje hacia el corazón de la tierra Argólida, así como las siguientes dos horas de nuestra presencia en el lugar arqueológico, diríamos que realmente fue el pasaje en el túnel del tiempo que con gran facilidad puede trasladar al visitante 3.500 años atrás. Continuando nuestro viaje en Micenas, pasamos primero por el pueblo contemporáneo de Micenas y a continuación subimos hacia la antigua Acrópolis. Por ahí sentimos el aura de la civilización antigua que fue única, te hace entender de inmediato la importancia de este lugar único al ver el pasar de los siglos.

Fundador de Micenas según la mitología fue Perseo hijo del líder de los 12 dioses del Olimpo, Zeus y su madre la mortal Dánae. El nombre del lugar Micenas es debido a la funda (en antiguo griego μυκής) de la espada de Perseo, después de que su espada cayera –de acuerdo con las creencias– se le cayó de la funda en este lugar.

Un poco antes de llegar a la Acrópolis de Micenas hacia el oeste y a mano izquierda, encontramos afuera las paredes del llamado «Tesoro de Atreo» unos de los monumentos más notables de la época del cobre y quizá la muestra más hermosa de la arquitectura Micénica. Está fechado aproximadamente en el 1.330 a.C y resulta evidente que es la tumba de un miembro importante de la familia real de Micenas y se cree, aunque no se pueda demostrar que fue el monumento funerario del Rey de Micenas, Agamenón.

Micenas

El Rey Agamenón fue conocido internacionalmente como el más poderoso y rico de la antigua Grecia. La idea de Agamenón de Micenas fue la primera «unión» de los griegos –cada ciudad en esa época constituía un estado autónomo– en contra de la ciudad de Troya (la rica ciudad griega en la costa norte de la actual Asia Menor) y en el inicio de la guerra de Troya, es decir la expedición de los griegos contra los troyanos como respuesta al secuestro de la esposa de Menelao –la bella Helena– de manos del príncipe de Troya, Paris quien se enamoró locamente de ella y se la robó a su esposo Menelao, rey de Esparta y hermano de Agamenón, después de una cena en el palacio de Esparta donde fueron invitados el príncipe Paris y su hermano Héctor.

Con el nombre «tesoro» para el monumento funerario de Micenas, se debe a que los habitantes de la zona consideraron que el monumento era el tesoro del fundador de la Acrópolis de Micenas, de Atreo, que fue el padre del rey Agamenón y de Menelao.

La tumba es una muestra inigualable de la arquitectura Micénica, el camino que conduce a la tumba es impresionante. Nos recuerda una «avenida» construida por piedras lisas largas que imparten mayor validez como se debe de exigir para un difunto tan importante. Pero el asombro que siente el visitante se maximiza en la entrada de la lápida principal de la tumba. Esto está construido del mismo material (gigantes piedras) que se encuentran con el visitante de camino a la entrada del monumento funerario con la grandeza de 33 filas sucesivas de piedras montadas con una precisión asombrosa, de manera que cada piedra sobresale ligeramente de la de abajo. Esta técnica crea una forma increíble de cúpula que hoy envidiarían los ingenieros civiles, mientras el imponente tamaño de las piedras que se usaron en orden horizontal con el número simbólico de 33 filas, de ella la prueba siempre de acuerdo a las costumbres y la cultura del mundo antiguo de la importante personalidad del muerto dentro del monumento.

Micenas

Una simple observación de la forma en que está construida la lápida sepulcral nos da una clara señal de la arquitectura Micénica. Esto introdujo nuevas técnicas como la forma de la posición de las piedras, y de los «aliviosos» triángulos que se utilizan a lo largo de las líneas, con el fin de soportar la cúpula del mismo peso y evitar la caída de todo el edificio. También da mucha impresión el hecho de tener algunos agujeros (es decir, aberturas) que hoy dejan entrar la luz solar a la entrada principal de la tumba. Cabe destacar que las aberturas están dispuestas de manera geográfica e idealmente para que la luz entre a la cúpula solo unos pocos días al año, antes y/o después de lo que nosotros conocemos como equinoccios. Lo cual da cuenta de una importante demostración del conocimiento detallado de la antigua astronomía griega y las leyes que rigen la naturaleza y el universo.

Gran interés genera también la existencia de una pequeña cúpula, construida dentro de una roca al fondo a la derecha de la lápida sepulcral, algo que se encuentra en pocas ocasiones en monumentos funerarios del mundo antiguo. Se especula que fue lugar de los familiares y amigos del muerto, donde realizaban oraciones y adoraciones hacías los dioses.

Lamentablemente todos estos años la tumba ha permanecido sin protección y ha sido saqueada en repetidas ocaciones. Y hoy, carece de enormes tesoros y descubrimientos que los especialistas creen que la rodeaba. El visitante puede encontrar segmentos de la tumba además del museo de Micenas en el museo arqueológico nacional de Atenas, así como en los museos de Londres, de París y de Berlín. Además, es casi seguro que durante el descubrimiento del monumento por parte de Henry Schliemann, parte de su equipo obtuviera algunos de los hallazgos del monumento funerario para su propio beneficio.

Volviendo a nuestro recorrido por el «Tesoro de Atrea» que duró aproximadamente media hora, tiempo suficiente para ganar aún más interés en lo que encontraremos en la Acrópolis de Micenas a solo 500 metros al oeste de donde estábamos.

Al llegar a la entrada del yacimiento arqueológico al pie de la colina, sientes aunque no quieras, la dominación imponente de la Acrópolis dentro del paisaje natural. Al sudoeste y a medida que escalamos la Acrópolis, la vista de la llanura del golfo argólico se extiende a nuestros pies fortaleciendo la sensación de poder y seguridad que todos sienten en la Acrópolis de Micenas.

MicenasHasta hoy, la Acrópolis de Micenas está rodeada de enormes murallas pesadas y tiene una entrada central, la famosa «Puerta de los Leones» antes de entrar al área principal fuera de los muros, en el suroeste encontramos nuevamente dos tumbas abovedadas, bastante impresionantes, aunque sin la grandeza del monumento funerario del «Tesoro de Atreo» y nos llama la atención. Probablemente también de acuerdo con los arqueólogos, estas son las tumbas de Clitemnestra, esposa de Agamenón y su amante Egistro. El tamaño de las piedras en ambos monumentos y sus dimensiones son claramente más bajos, en comparación con el «Tesoro de Atreo» nos permite concluir que fue sede de dos personas muy importantes, pero no con el prestigio del rey Agamenón. En comparación, diríamos que la tumba de Clitemnestra es más grande que el de Egistro. Es la tumba más joven que se ha descubierto en la era Micénica, pero desafortunadamente también se vio saqueada cuando salió a la luz.

Un poco más al sur, nos encontramos con un complejo residencial conocido como «la residencia del vendedor de aceite» probablemente albergaba el distrito productivo de Micenas (negocios pequeños y diferentes tiendas comerciales).

Así es cómo llegamos a las murallas de la ciudad, las famosas «murallas ciclópeas de Micenas» que protegían la capital del mundo micénico. Hasta 10 metros de altura y un grosor que varía desde 7m hasta 14m, hace que la ciudad de Micenas parezca casi inaccesible.

Gracias a ese grosor de las paredes, además de la seguridad que proporcionaba a los habitantes de Micenas en ese entonces, permitió la construcción de túneles y pasillos que mejoraban la funcionalidad de la ciudad. Según fuentes históricas, las paredes se completaron en 3 fases de tiempo, desde mediados del siglo XIV a.C hasta el final del siglo XIII a.C. Originalmente construido en el lado sur (urbanización, edificios helenísticos y templo religioso), al este (La puerta de los Leones) y al final del norte y el lado este (tanque y puerta norte).

Micenas

La entrada principal en el espacio interior de la Acrópolis se realiza por la imponente Puerta de los Leones, que por sí misma define la grandeza del lugar donde estábamos. Su nombre se debe a dos enormes leones tallados que cubren con orgullo el triángulo aliviador encima de la puerta principal de la ciudad. Este relieve representa una ceremonia religiosa. Probablemente simboliza el poder del reino de Micenas. Cabe destacar que en ninguna otra puerta de ese tiempo, nos encontramos un alivio correspondiente. También particularmente impresiona al visitante cómo esta actuación «une» y limita el sitio arqueológico que destaca su importancia. Ciertamente, tenía la intención de sorprender al «extranjero» para asustar al «enemigo» para impresionar al «visitante» y seguro que lo logró hasta hoy, ¡3.500 años después!

Pasando por la puerta a nuestra izquierda hay una pequeña cámara, el espacio era una entrada de la puerta, mientras que a la derecha nos encontramos con nuestro primer edificio dentro de las paredes, el granero. Era el almacenamiento de granos y de cereales de manera que siempre hubiese suficiente y gozaran de autonomía de alimentos durante mucho tiempo ante una potencial situación de conflicto. La prueba de identidad del edificio fueron las semillas carbonizadas y cereales que allí se encontraron.

Luego, caminando a lo largo de las murallas hacia el sur, nos encontramos con las tumbas circulares reales. Un conjunto de ellas recibió seis «reyes» muertos que se encuentran enterrados allí desde el siglo XVI a.C. Estas tumbas en realidad constituyeron la última residencia de eminentes gobernantes de la época, y no reyes reales, y por esa razón este monumento funerario tiene una forma más laica y carece de cúpula. Es evidente la existencia de tesoros inauditos (monedas y joyas) que demostrarían tanto la alta posición social de los muertos como su destreza militar en las batallas.

Micenas

Continuando nuestro recorrido por los edificios del sur de la Acrópolis, nos encontramos con un complejo residencial en el que la intervención del factor romano es evidente. Los edificios «sacados» de los tiempos helenísticos, coexisten con el asentamiento micénico. Las diferentes piedras en la forma y manera de colocación, nos llevan a la conclusión de que el sitio fue entregado a la dominación romana alrededor del año 130 a.C.

Seguimos y llegando al extremo sur de la Acrópolis, en una pequeña colina, vemos las ruinas de un edificio de importancia religiosa, que se conoce como “edificio sur». Este fue un centro y un templo religioso de adoración para los 12 dioses del Olimpo donde se llevaban a cabo ceremonias y sacrificios para apaciguarlos. No debemos olvidar que en la antigua Grecia todas las civilizaciones donde cultivaban tenían como pilar clave de la fe y el temor a los dioses del Olimpo. La buena relación con ellos y apaciguarles cuando fuese necesario, era un componente fundamental para tener un buen estado mental del griego de la época y un activo clave que sea capaz de proceder con las grandes cosas que lograron esos años de oro.

Subiendo al norte de la Acrópolis de Micenas, el visitante se encuentra con una gran entrada, se trata de una pendiente cuesta arriba hacia el palacio, de donde la vista de los edificios helenísticos y las tumbas circulares reales son particularmente interesantes. Siguiendo la ruta de los muros norte y este de la Acrópolis nos encontramos en la puerta norte, una puerta auxiliar y mucho menos imponente que la Puerta de los Leones, la cual se utilizaba para el suministro de la Acrópolis, y donde observamos la pequeña sala-entrada que albergaba el protector de la entrada.

Micenas

Al seguir nuestro ascenso a las paredes del este de la Acrópolis, es interesante estudiar el tanque subterráneo que se mantiene hasta hoy en día, en el que los ingenieros de la época habían creado, a cierta profundidad de metros, un lago artificial para el suministro de agua y el riego de la zona en caso que necesidad por una potencial situación de conflicto. El agua de lluvia y el agua corriente de los manantiales y ríos subterráneos, escurridos desde el suelo se acumulan de forma natural en este embalse artificial.

Micenas

El acceso al sótano de esta zona es bastante difícil, pero despierta el interés del viajero sobre las capacidades de la ingeniería de la época para la creación de este tipo complejo de estructuras, más allá de todos los demás puntos admirables dentro y fuera de la ciudad.

Frente al tanque, en el extremo este de la Acrópolis, observamos otra puerta auxiliar, la puerta trasera del este que a su lado comienza un conjunto de edificios conocidos como «la casa de las columnas”. Estas fueron las casas de las personas sin ningún tipo de condición especial. También era un lugar de eventos artísticos y talleres generales de naturaleza artística. Igualmente se incluyen los almacenes de todo tipo de objetos. A pesar de que este edificio no fue el imponente edificio de un palacio y aunque destruida por el fuego alrededor del año 1.300 a.C. lo conmemoramos con particular devoción, ya que en este lugar se encontraron muestras de la escritura linear B. Moviéndonos al oeste y subiendo la pequeña colina formada en el centro de la Acrópolis, llegamos a la cima de la colina y al Palacio. El palacio está dividido en 3 secciones: el Megaron, el Patio y el Trono. En la «sala del trono», aparte del resto del mundo, el rey se sentó –el gobernante–defendiendo las fortunas del imperio. En el patio, el rey y los cortesanos caminaban con el resto de la ciudad. En el Megaron, un salón que se refiere a un lugar de juntas de administración modernas, el rey y sus consejeros tomaron las decisiones serias sobre la vida pública y las fortunas de la ciudad. Debe notarse que en el área alrededor del palacio había templos que continuaron su uso después del final del período micénico. Se han descubierto lugares de culto, especialmente a las diosas Hera y Atenea, que datan del siglo VII a.C.

Micenas

Al finalizar nuestro recorrido por el área dentro de las murallas, vale la pena mencionar el distrito norte que está limitado entre los edificios helenísticos y la subida al palacio. Aquí la gente vivía de un área económica significativa, pero no tan especial e importante para los acontecimientos de Micenas.

Partiendo de la Acrópolis y el descenso de nuevo a través de la Puerta de los Leones en la tierra micénica, vale la pena destacar dos grandes monumentos que se encuentran a corta distancia fuera de los muros de la antigua ciudad. La primera es la tumba de los Leones que obtuvo su nombre debido a su ubicación cercana a la puerta y data cerca del siglo XIV a.C. y debe pertenecer a algún hombre eminente de la época. Especulamos que la tumba fue abovedada, pero la bóveda hoy ya está derrumbada. El segundo monumento está en nuestra izquierda al salir de la zona arqueológica y un gran círculo de enterramiento mayor que la observamos dentro de las paredes, que contiene 26 tumbas de la época prehistórica, pero la gente probablemente no «de sangre azul» de esa época.

De esta manera, palmo a palmo, rastreamos cuidadosamente toda la zona dentro y alrededor de las paredes de la Acrópolis de Micenas. Pero nuestro recorrido estaría incompleto si no visitáramos el maravilloso Museo de Micenas. En él, los visitantes pueden admirar hallazgos relativos a lo que conecta tanto con la zona donde se encuentra y también con otras áreas que habían establecido el comercio con Micenas. La forma en la que están colocados los hallazgos y la disposición del plano de espacio, nos permite obtener información acerca de cuatro módulos principales del período micénico:

  1. La rutina diaria y la rutina de las personas
  2. Sus costumbres funerarias
  3. El uso del lugar micénico en tiempos históricos
  4. Las actividades de los micénicos en relación con el resto del mundo

El aura del espacio, los colores y los olores de nuestra tierra de Argólida absorbida sin darnos cuenta que han pasado tres horas enteras y nos permitió identificar la edad de oro, de la gloria de la grandeza, y la elevación cultural. De hecho, todos los restos antiguos que visitamos en este sitio sagrado dan testimonio de la gloria y el poder de la brillante generación de Atreides, la generación que abrió el camino para los años gloriosos de la historia griega antigua. No debemos olvidar que la cultura desarrollada en estos cinco siglos (del XVI al XI a.C.) se difundió sin exagerar en toda la cuenca mediterránea.

Dejando atrás a Micenas con el fin de llegar a otra gran ciudad, Nafplio. Quizás la ciudad más fascinante del Peloponeso y la antigua capital de Grecia, sería realmente inacabado si no hiciéramos una pequeña parada en la colina pequeña pero llena de historia de Tirinto.

Tirinto, la segunda ciudad más importante de la época micénica, siguió un camino común a la ciudad natal de Micenas. Floreció durante la Edad del Cobre y sus elementos se conservan en la Acrópolis y esta ciudad. Su Acrópolis consta de tres niveles: la Acrópolis «Superior», «Media» e «Inferior». La atracción más impresionante son las famosas galerías. Estas consisten en un largo corredor continuo a una serie de salas que se utilizaron como áreas de almacenamiento.

Micenas

Asimismo, a sólo dos horas de la concurrida, moderna y encantadora Atenas, pudimos en una mañana completa «tocar» los antepasados ​​de la cultura occidental y sentir que Micenas y también Tirinto, influenciaron por su grandeza y amplitud con la cultura micénica a tantos pueblos.

Exactamente este sentimiento único ofrecemos en GreciAquí y queremos compartirlo contigo. La sensación de viajar en el tiempo, la sorpresa de los visitantes del conocimiento técnico y la experiencia de un pueblo hace miles de años y la maravillosa experiencia de recorrer uno de los lugares más increíbles de este hermoso país llamado Grecia. Nuestro objetivo para todos nosotros en GreciAquí después de una excursión, es hacer que el visitante se sienta lleno y más completo de que se le dio la oportunidad de encontrarse en una región tan bendecida de este planeta, la verdadera cuna de la civilización occidental, la madre del mundo moderno, Grecia. Sintiendo su propia Grecia tendrá la sensación todos los días de que finalmente está en su verdadero hogar en cada momento.

Muchas gracias por la compañía en este viaje excursión y los esperamos con alegría para crearles su siguiente experiencia de vida teniendo como guía y compañero a GreciaAquí.

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