Templos, tierras y dioses

El Partenón se construyó sobre una gran plataforma artificial levantada sobre una inclinación natural en la zona sur de la Acrópolis. Esta forma de aterrazamiento del terreno en un lugar muy visible es común en la construcción de los antiguos templos griegos.

 

Parthenon

La belleza y ejecución del Partenón

Para rendir culto a sus dioses los griegos de la antiguedad crearon una arquitectura sacra que en la actualidad se considera una de las principales glorias de su civilización. Durante más de ocho siglos se ciñeron a un esquema básico compuesto por un perímetro de columnas, rectangular y exento, que enmarcaba un edificio interior franqueado por una puerta, estando el conjunto techado por un tejado a dos aguas con frontones triangulares, todo ello construído de píedra. A través de los siglos, los arquitectos griegos adaptaron y refinaron esta fórmula monumental, pero sus características esenciales se mantuvieron intactas. El templo columnado griego se convirtió en un fenómeno cultural en sí mismo.

Los griegos llamaron a este edificio la (naós templo en español) el hogar de la divinidad, cuya estatua normalmente se alzaba (en ocaciones en posición sedente) en el interior. Aplicaron este término a toda una jerarquía de estructuras de distinta escala de tamaño y prestigio, que iba desde el santuario compuesto de una sola sala, integrada en la estructura mayor de otro edificio público, hasta el suntuoso templo columnado.

Cariatides

El Erecteion con su célebre stoa o tribuna sostenida por seis cariátides

Este énfasis se justifica en la actitud manifestada por los propios griegos en la Antiguedad. Los templos columnados tendrían un carácter excepcional aun en su tiempo:  los ostensibles emplazamientos en los que se erigirían, su sofisticación arquitectónica, su coste, su lugar de vanguardia de las técnicas constructivas griegas, la importancia de los cultos estatales a los que estaban consagrados y las décadas e incluso siglos empleados en su construcción.

En el mismo sentido apuntan la propia sensación de monumentalidad y afán de permanencia que se desprenden de cada hilada de sillares cuidadosamente trabajados. En su momento de apogeo , ningun tipo de edificio público en Grecia podía comparárseles en capacidad de impacto y majestad. Cuando se pretendía enriquecer un pequeño santuario y aumentar su prestigio, la tendencia natural era el añadido de una columnata.

La moda por la arquitectura neogriega de tiempos más recientes ha asistido a la adaptación de las formas características del antiguo templo griego a propósitos muy alejados de los originales: iglesias, museos, monumentos conmemorativos e incluso viviendas.

En parte por esta apropiación reciente, corremos el riesgo de olvidar que estos templos columnados eran monumentos construídos fundamentalmente por la piedad y la religiosidad de las comunidades que los erigieron. Hasta las piedras con las que se construyeron eran sagradas e inviolables. Según una antigua anécdota, cuando el corrupto supervisor de las construcciones de un templo local, dedicado a la diosa Atenea, en Siracusa (Sicilia) utilizó para un uso privado la piedra que estaba destinada al templo, la divinidad se reveló a los hombres; Agatocles, en efecto, fue fulminado por el rayo y fue consumido por las llamas juntamente con su casa.

Esto mismo debe llevarnos a rechazar la idea de que los antiguos griegos veían los templos sólo desde un punto de vista estético. Cierto es que tenían presente esta consideración, sobre todo en las fases más tardías de la Antiguedad, y asi los arquitectos griegos tratarían de incorporar los ideales griegos de belleza en sus diseños: precisamente la admiración que en la modernidad han producido está en el origen de la tendencia neogriega en la arquitectura occidental contemporánea. Pero como veremos, los griegos veían el templo ante todo como la casa personal del dios.

las imagenes sagradas ubicadas en el interior no eran meramente símbolos de la divinidad: estaban vivas, o podían estarlo, siendo ídolos en el sentido estricto. En la Antiguedad, los templos eran lugares misteriosos y llenos de ruidos nocturnos. Uno de los objetivos de este texto es rescatar el templo griego antiguo de los abusos a los que ha sido sometido por movimientos clasicistas recientes y, en la medida de los posible, restablecer su contexto religioso original. Mas adelante veremos las divinidades que habitaban estos templos eran principalmente los miembros de la extensa familia cuyo sitial los griegos ubicaban en el monte Olimpo, en el norte de Grecia.

«Libros propios para el uso de estudio e información de GreciAquí»

Texto y libro «Los templos Griegos de Tony Spawforth»


Sofia

8 años ago

… «Creo que la divinidad se presenta en cada rincón de las majestuosos templos, no tan solo por la escala de los elementos que conforman la construcción en si y con ellos me refiero a columnas, vigas y los vestigios históricos que aun podemos encontrar en cada uno de ellos. Sino mas bien, me refiero a la textura, forma y color de la piedra que sin lugar a dudas no fueron escogidas al azar. Se une al conjunto, siempre, el contexto interiorizado por paisajes mágicos y únicos de la tierra, la montaña o bien el mar… «

Venizelos Yorgo

8 años ago

La opinión de un arquitecto como tú sabe lo que es la mezcla de la armonia y el arte que cada templo representa y sus construcciones que los hacen ser algo magico de este espacio. Gracias por tú buen comentario y aporte a este blog que hemos creado para todas las personas amantes de la arquitectura clásica griega y aún más el amor por este lindo rincón del Mediterraneo.

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