Antigua Olimpia Grecia
“El Olimpismo es una filosofía de vida que promueve y se conecta de una forma armónica con las virtudes de cuerpo y alma. Conectando el deporte con la civilización y la educación, el Olimpismo intenta crear una forma de vida que se apoya en la gracia del esfuerzo, del valor educacional de un ejemplo bueno, del respeto y los valores ecuménicos”
Cada monumento arqueológico en Grecia, independiente de su importancia, tiene la misteriosa capacidad de apartarte del resto del mundo cuando lo visitas y te lleva a lo impecable de la civilización y a los valores de los antiguos griegos. Para cada lugar, para cada monumento, encontrarás palabras para describir aquello ideal que representa e imita. Para la antigua Olimpia las palabras desaparecen y solo las imágenes del visitante llegan a ser capaces de describir el tamaño y el aura del lugar donde se encuentra.
GreciAquí – Turismo Innovador, viaja a la antigua Olimpia de los primeros años de la historia, en un lugar alejado del resto del “mundo vivo y activo”. En este lugar, decidieron nuestros antiguos ancestros aprox. en el siglo X y IX a.C. construir la SAGRADA ALTIS, un santuario dedicado al dios Zeus el cual se hizo como un centro religioso, político y deportista del mundo de la antigua Grecia. La Antigua Olimpia evolucionó en la cuna de ideales totalmente humanos y cultivó la idea de “La Rivalidad Noble” y del” Juego Limpio”, valores que gobiernan el mundo y la civilización moderna, hasta nuestros días.
La importancia del sitio y su ubicación en la cumbre de la pirámide en cuanto al prestigio emitido en los años antiguos, se aprecia por una descripción que fue conservada por Hierón I de Siracusa, en la cuál decía: “No pidas en el desierto el cielo, cuando el día brilla, los astros ya ardientes y brumosos por el sol, y no esperes ser glorificado por un campo deportivo más glorioso que el de Olimpia”. De otra manera la participación y el esfuerzo para la victoria se representa en la palabra de valor como “el hombre busca y logra las coronas sagradas” es decir, victorias importantes en la vida, ya que la corona – la simple corona de ramas de olivo que se daba como premio en los juegos olímpicos– era la máxima recompensa tras alcanzar el objetivo de la victoria.
El santuario de Olimpia se construyó a los pies de la llamada colina Cronio, en un lugar idílico donde la armonía de la naturaleza creó las condiciones más adecuadas para la construcción de un lugar de adoración de igual valor al que a la persona que se honra. El primer asentamiento se funda el año 3.000 a.C mientras un gran aumento de población se observó en la época micénica entre el año 1.600 a.C hasta el año 1.100 a.C. Los primeros asentamientos más importantes fueron erigidos por ahí por el siglo VII a.C se aprecia una movilidad cada vez más significativa en la construcción de nuevos edificios, debido al aumento de necesidades del santuario. El límite máximo de espacio se observó en los años clásicos (en el siglo V y IV a.C). La causa fundamental del posterior desarrollo del santuario fue el comienzo de los juegos olímpicos a partir del año 776 a.C en adelante.
El santuario Altis se divide por un recinto del resto de la zona, y el visitante entra por dos puertas, una al sur y otra al oeste. Dentro del recinto está el templo de Zeus, así también edificios que se conectan con la adoración del dios. Fuera del recinto se conservan los restos de los edificios que se habían construido para satisfacer las necesidades de los atletas y de los visitantes durante los juegos. Cabe señalar que, el año 393 d.C con el estadillo de la fe cristiana, se prohibió el uso de grandes santuarios por parte de los reyes bizantinos porque se referían a deidades idólatras.
Después de haber visitado los castillos venecianos de Corone y de Modona y haber estado encantados por las playas de Mesenia Occidental, de Pilos y Nabarino, la llegada a la Antigua Olimpia señala enfáticamente que Grecia es una encrucijada de civilizaciones combinando la belleza natural y el aura de los lugares santos de los que está rodeado.
La entrada de GreciAquí en el lugar arqueológico se hace, como para cada visitante, por la parte norte a los pies de la montaña Cronio. Entrando, a nuestra derecha observamos la galería oriental y el gimnasio. Un edificio rectangular con un patio central y 4 galerías (la oriental y otras tres) en la cual hacían los entrenamientos los atletas para los juegos de carrera, para lanzamiento de jabalina, y disco.
Siguiendo en dirección al sur, nos encontramos a mano derecha la palestra (la cual veremos a nuestro regreso) y a nuestra mano izquierda a Filipeo. Filipeo estaba dedicado a Zeus, por el famoso rey de Macedonia y padre de Alejandro Magno, Filipo II, después de la victoria con el resto de los griegos en la batalla Queronea. Este edificio tiene la destacable particularidad de ser el único asentamiento circular dentro del Santuario de Olimpia. Con el pasar de los años fue lugar de adoración hacia la familia real de Macedonia.
Filipeion. Edificio de estilo jónico circular que daba lugar de adoración hacia la familia real de Macedonia.
Siguiendo por el rumbo oriental nos encontramos con uno de los edificios más importantes de la sagrada Altis Hera, un templo dedicado a la diosa Hera (mujer del omnipotente dios Zeus). Es el templo más antiguo del santuario y es un ejemplo importante de la arquitectura dórica. Originalmente las columnas eran de madera más tarde fueron reemplazadas por piedras. Durante la antigüedad, aquí se mantuvo el disco de la Sagrada Tregua, conocido como el disco de Ifitos, en el cual se escribió el texto de la tregua. La tregua era un acuerdo entre las ciudades griegas para poner fin a las hostilidades durante los juegos olímpicos. En los años romanos se especula que, dentro del santuario de Hera, se colocó al famoso Hermes de Praxíteles, una estatua que representa al dios Hermes sosteniendo al pequeño Dionisio. También en el templo de Hera estaba el altar de Hera, en el cual se celebra la llama olímpica, una ceremonia que marca el comienzo de los juegos olímpicos cada cuatro años, como se hace hasta hoy.
Uno de los edificios más importantes de la sagrada Altis Hera, un templo dedicado a la diosa Hera (mujer del omnipotente dios Zeus)
Al sur del templo de Hera y entre el templo de Zeus se encuentra el Peloponeso. Una colina baja en el centro de Altis en el cual se llevó a cabo la adoración hacia Pelope, un héroe local de Helios. La mitología dice que se construyó por Hércules y consistió en una tumba prehistórica con un diámetro circular de 27 metros, en el cual cada año se realizaban sacrificios de animales. Esta tumba data del año 2.500 aproximadamente a.C. mientras del Pelopio se han descubierto restos de edificios entre el año 2.300 a.C. y del año 2.000 a.C.
Siguiendo nuestro recorrido en dirección hacia el este, teniendo como destino final esta etapa de nuestro trayecto, el estadio, nos encontramos con Nimfaio, conocido como “plataforma” de Herodes Ático era una fuente, un acueducto que dedicó Herodes Ático, un orador ateniense muy rico y esposo de Rigilla, en el santuario. Fue un evento de mayor importancia ya que las necesidades de suministros de agua eran muchas en la Antigua Olimpia. En la decoración del edificio también habían elegantes estatuas de emperadores romanos.
Justo al lado del acueducto, encontramos un edificio prehistórico del cual solo sabemos que pertenece a un asentamiento prehistórico. Se han encontrado cimientos de piedras, así como jarrones de arcilla que dan testimonio de civilizaciones con origen en las costas Dálmatas.
Continuando siempre hacia el este, nos encontramos con el Metroo. Un templo dórico que fue dedicado a Rea, la madre de los 12 dioses de Olimpia. Algunos científicos tienen la duda de que el templo fue dedicado a Cibeles, pero es probable que sea la misma persona con Rea, la cual fue renombrada a lo largo de los años. En la época romana el Metroo se convirtió en lugar de adoración de los emperadores romanos, y por esta razón probablemente dentro del templo se pusieron sus estatuas.
Mirando hacia la pared del norte a los pies del sur de la colina Cronio, estaban los famosos tesoros de la Antigua Olimpia. Eran pequeñas construcciones algo como “templos pequeños” dedicados por las antiguas ciudades de la Antigua Grecia al todopoderoso dios Zeus, como muestra de respeto y gratitud por posibles victorias o acontecimientos positivos que habían tenido lugar en estas ciudades. El lugar donde se encuentran los tesoros fue diseñado precisamente de una manera técnica para ese propósito.
Al llegar a la entrada del famoso estadio de los juegos olímpicos encontramos los notorios pedestales de Zanes (justo debajo de la pared norte). El término “Zanes” es el plural de “Zeus” es decir del dios Zeus. Estamos hablando de 16 pedestales de los cuales habían respectivamente 16 estatuas de bronce del dios Zeus, las cuales son del siglo V a.C. hasta el siglo I d.C. Estas estatuas fueron construidas con multas financieras que imponían a los atletas que violaran las reglas de los juegos. En el pedestal se escribía el nombre del infractor y se ponía en posición prominente antes de la entrada del estadio para ejemplificar a los atletas.
Y así llegamos al famoso estadio de la Antigua Olimpia. Era uno de los más grandes en longitud de la antigüedad ya que la pista entre los restos de piedra tenía 192 metros de largo y 28,5 metros de ancho. De acuerdo a las estadísticas, el estadio tenía una capacidad para más de 45.000 espectadores de los cuales no se proporcionaban asientos, pero estaban sentados en las laderas al norte y al sur del campo. Habían algunas piedras en la plataforma helénica en las laderas del sur mientras que en el norte había un templo dedicado a la diosa Dimitra (diosa de la agricultura). La entrada al estadio se hacía desde el oeste a través de una galería abovedada. Es importante señalar que, a las competencias de los juegos olímpicos durante los años de antigüedad, tenían el derecho de ser vistos solo por hombres. Finalmente debemos señalar que se construyeron pozos en el área para proporcionar agua a los espectadores y atletas, así como para eliminar el agua de la lluvia.
El estadio se encontraba a las afueras de la pared de oeste de la sagrada Altis, regresando nuevamente dentro de los límites del santuario encontramos según la dirección del eje norte-sur la conocida galería de sonidos. Se llamó así debido a su impresionante acústica, ya que el sonido se repitió siete veces en su interior. Por eso es conocido como “siete sonidos”. La galería exteriormente está formada de una columnata dórica mientras que la decoración interior era pintada. Frente a la galería se construyó un monumento en honor a Ptolomeo del siglo II y de Arsinoe. Eran dos estatuas bañadas en oro de una altura aproximadamente de 8,5 metros, colocadas respectivamente en dos columnas de tipo dórico.
Edificio
Pasando este lugar llegamos a la esquina sur de la galería, en la esquina sureste de la Sagrada Altis, donde nos encontramos con las ruinas de un edificio probablemente en honor a la diosa Hestia (diosa que protegía la casa/familia). Para este edificio lamentablemente no hay mucha información porque en el siglo I d.C. se construyó encima de éste una mansión de lujo con muchas habitaciones y jardines y también baños lujosos. El edificio tenía forma octogonal. En el suelo habían extraordinarios mosaicos pero causaban más impresión sus techos abovedados. Lo más probable es que este edificio se identifique con la casa del emperador Nerón de Roma, el cual capturó el santuario durante los juegos olímpicos en el año 67 d.C.
Nerón
Al terminar nuestro recorrido por la parte sureste del lugar sagrado, vale la pena recordar dos edificios de los cuales lamentablemente sus restos no se conservaron, pero se han estudiados varias referencias que los incluyen. Nos referimos al Hipódromo y al Tribunal Helénico. El hipódromo fue sede de las competencias hípicas y de carreras de carros de los juegos olímpicos, un área impresionante casi el doble que la del antiguo estadio. El tribunal helénico fue el lugar donde los jueces de los juegos. –Los jueces griegos se concentraban para ver varios asuntos que surgían durante los juegos– Lamentablemente los dos edificios y todas sus instalaciones se las llevó el rio Alfio durante la edad media cuando paró el mantenimiento del terraplén que habían en la orilla noroeste.
Por aquí, ya habiendo recorrido una gran parte de este fantástico lugar que emite tranquilidad y armonía, y que se caracteriza por una alta estética, llega el momento cúspide, llega el momento de un asombro inigualable, donde nos llegaremos a inclinar en el templo de Zeus en el centro de Altis. Este es mayor tributo a Zeus un templo períptero dórico de 6 columnas estrechas y de 13 columnas en sus lados más largos. Su construcción es del año 470 a.C. y del 457 d.C. y se considera “el cannes” la perfecta expresión de la arquitectura dórica. Arquitecto de esta asombrosa construcción fue Libos Helios. La gran fama que adquirió el templo con el pasar de los años además de su fantástica construcción estética, es por la estatua de Zeus de crisoelefantina conocida en todo el mundo, su altura es de 12 metros la cual fue colocada en la parte principal del templo, lamentablemente fue saqueada y nunca fue encontrada. Fue una obra del famoso escultor Fidias que se encuentra en las 7 maravillas del mundo de la antigüedad. Cabe señalar que el mismo escultor supervisó y construyó muchas obras de arte del Partenón en la Acrópolis de Atenas, entre ellas la estatua crisoelefantina de la diosa Atenea.
Los dos frontispicios del templo adornaban varios temas mitológicos. En el frontis del este, se describía la batalla de Pelope y Enomao, mientras que en el oeste la batalla entre los Lapitas y los Centauros. Impresionantes también eran los 12 frontis internos de relieve en las cuales se describen uno a uno los 12 logros del semidiós Hércules. Desafortunadamente, este glorioso templo recibió muchos golpes y fue finalmente destruido por los sismos del año 522 d.C. y 551 d.C.
Casi al frente de los propiléos en la entrada del templo de Zeus, había un edificio del siglo V a.C. con el pedestal de Nike de Peonio. Un pedestal alto y triangular del escultor Peonio, en el cual había una Nike con alas. El pedestal tenía una altura de 9 metros mientras que con la estatua llegaban a los 12 metros. La escultura fue tributo a los mesenios y a los nafpaktinos por su victoria con los lacedemonios el año 421 d.C. esta es la prueba exacta para el propósito de este atributo, la inscripción que estaba en la base del pedestal, la cual se exhibe en el Museo de Antigua Olimpia.
Después de haber sido realmente seducido por el esplendor del templo de Zeus, y de haber realizado un viaje inolvidable a estos siglos en menos de 2 horas, dejamos atrás este edificio esplendoroso y nos movemos hacia los edificios que se encuentran al sudeste del lugar arqueológico. Nuestra primera parada, es en la Cámara Parlamentaria (Bouleuterion). Es el edificio en el cual se reunía el consejo olímpico alrededor del siglo VI a.C. – V a.C. Era un edificio cuadrado donde habían estatuas y también el altar de juramento de Zeus. En aquel, los atletas y los jurados hacían un juramento sagrado antes del comienzo de los juegos. El juramento que para los atletas suponía que harían una participación honrada en los juegos, sin trampas, para los jueces era una forma de decir que deliberarían en derecho y que no se dejarían llevar por donativos ni incentivos. Aunque no se ha conservado nada de ese altar, según Pausanias, se trataba de un altar circular o esférico mencionado particularmente en el rito del sacrificio de 100 bueyes en honor a Zeus, en el cuarto día de los juegos. Esta práctica se conoce como “Hecatombe”. El rito de sacrificio consistía en quemar los muslos de los animales en la cima del altar. Más tarde, en el siglo IV a.C. en el ala oriente de la Cámara Parlamentaria, se añade una galería Jónica. También se debe hacer una mención especial sobre la galería sur en el limite del santuario, la cual se acerca a las orillas del rio Alfeo. En esta se observó una columnata dórica externa y una interna de ritmo corintio con fecha de construcción del siglo V a.C.
Dejando atrás la cámara parlamentaria, llegamos a la punta suroeste de Altis donde nos encontramos con un magnifico complejo de edificios casi cuadrado, el Leonideo. Pertenece al periodo imperial y estaba destinado a la hospitalidad para las personas que asistían a Olimpia durante los juegos. El nombre Leonideo se debe a Naxo, un arquitecto que lo inspiró y lo donó al santuario. Leonideo consistía en 3 salas grandes y también con habitaciones más pequeñas. Habían estatuas decorativas para adornar el espacio interior mientras también estaba la sede del club deportivo, un lugar de reunión, de entrenamiento y también de relajo mental para los atletas. Más tarde en el mismo lugar se construyó una piscina al aire libre con un patio que dio lugar a un esplendor estético.
Detrás del lugar de Leonideo, al sudeste del santuario nos encontramos con los baños “termales” de Leonideo, los cuales fueron erigidos en siglo III d.C. y VI d.C. Son pequeños baños en un excelente estado que además de su función evidente, tenían otros usos. Una parte del complejo de edificios era la casa de huésped de Leonideo. El suelo era de mosaico, mientras gran impresión técnica y científica causó el sistema de calefacción de las paredes del lugar, para su “excelente” función. A fines del siglo VI d.C. los baños se convirtieron en un taller de elaboración de vino y de vidrio.
Avanzando hacia el oeste al limite del lugar arqueológico, vemos los baños griegos y romanos del siglo V a.C. hasta el siglo I a.C. lo más importante del recorrido y del estudio parecen ser los baños de Kladeos que son del siglo II d.C. y III d.C. También al lado del rio Kladeos se construyeron baños de piscina abierta las cuales se extendieron desde el año 300 a.C hasta el año 100 a.C. los suelos de los baños se conservan en buen estado y son de mosaico elegante. Sus usos consistían en descansar y la calidad de relajación, y el lujo que cada visitante debiese sentir. En los tiempos romanos se renombraron como “Termas Occidentales”.
Siguiendo la orilla del este del rio, con dirección hacia el norte, nos encontramos con dos edificios importantes de la Sagrada Altis. Primero vemos el taller del gran escultor Fidias. Un edificio rectangular alargado donde Fidias creó la estatua colosal de crisoelefantina de Zeus. En el taller se encontraron muchos objetos y herramientas útiles para la construcción de la estatua. Con el paso de los años y el claro efecto del cristianismo en el lugar sagrado, la construcción se convirtió en una iglesia cristiana (alrededor del siglo IV d.C.)
Taller del gran escultor Fidias. Un edificio rectangular alargado donde Fidias creó la estatua colosal de crisoelefantina de Zeus.
Al lado del taller de Fidias, en la misma época se construyó “el Teecoleon”, también conocido como Heros. Era un edificio cuadrado el cual fue la sede de los Teeocles, de los sacerdotes de Olimpia. Ese lugar fue refugio para el personal que servía en el Santuario. Algunos de ellos eran magos, interpretes, aulos, y prisioneros. Los spondofores eran ciudadanos helénos, sus obligaciones eran anunciar una tregua y también el comienzo y el final de los juegos. Los interpretes explicaban las reglas del juego. Los aulos tocaban durante el ritual de sacrificio calmando a la multitud y las pasiones. El Heros consistía en 8 habitaciones alrededor de un patio de peristilo, en la época romana fue reemplazada por un edificio similar más grande.
Siguiendo nuestro camino hacia el norte llegamos, a la palestra. En el lugar donde empezamos nuestro recorrido. La palestra era un edificio rectangular con un patio central peristilo de estilo dórico. Tenía diferentes utilidades a favor de los atletas. Consistía en vestuarios, un área de masaje y baños de aceite de oliva, así como baños para el descanso y la relajación de los atletas. La palestra era el lugar de entrenamiento de los atletas para los eventos de lucha, boxeo y salto. Había también un espacio delimitado para la enseñanza y para discursos de oradores, filósofos y poetas al mundo simple de esa época.
Sin ser realmente percibido en ningún momento de nuestra gira, caminando en el increíble lugar de armonía donde nació la idea olímpica, en el lugar que se prendió para que nunca se apague el «fuego puro» de la Olimpiada, después de dos horas y media “de buceo” en la historia griega y en el mar que dio origen al antiguo espíritu inmortal, es nuestro deber visitar el museo local como coronación de nuestro viaje.
El Museo arqueológico de Olimpia
Este edificio exhibe obras maestras escultórica como la de Hermes de Praxiteles y Peonio de Nike. Muy interesantes son las caras del templo de Zeus, que describimos anteriormente en nuestra presencia en el templo. De las esculturas de arcilla, es importante el complejo de Zeus y Ganímedes. Finalmente, la colección de objetos de bronce consiste en figuritas, trípodes, armas y partes de armaduras que se consideran muy valiosas. Entre estos, hay un casco persa, así como el casco del general Miltiadis.
Al hacer una descripción más detallada de las exhibiciones del museo, debemos referirnos a los hallazgos que se han descubierto en el Santuario y las áreas circundantes, hallazgos que comienzan en la era neolítica (4.300 a. C. – 3.100 a. C.) y nos dan información increíble sobre la rutina diaria de la gente de esa época, así como los anatemas (tributos y objetos utilitarios) encontrados en las tumbas que honran la memoria de los muertos. Floreros, botellas, vasos, platos, pero también joyas y artículos de tocador, nos permiten tener una visión notable del estilo de vida de las personas desde la era micénica hasta los tiempos clásicos.
Completando nuestro viaje a Olimpia, cabe mencionar las formas humanas de figuritas que representan dioses y héroes de la antigüedad, figuras de animales y formas geométricas que han sido decoradas con esculturas, jarrones y otros objetos utilitarios (círculos, líneas, semicírculos). Notable es la figura del peculiar «Prototipo Grypon», un monstruo mítico en forma de ave de rapiña que desempeñó un papel de repeler los espíritus malignos y el aura negativa del espacio sagrado.
Con GreciAquí, hemos hecho un esfuerzo para describir el esplendor de este espacio y su uso a lo largo de los siglos, pero ciertamente no puede reflejar el poder y la energía de este lugar sagrado en el planeta en absoluto. Una acción que, de ser almacenada, puede viajarnos a lo largo de los siglos a través de la búsqueda de los ideales y costumbres que tanto faltan en nuestros días. Idealmente, valores que la Antigua Olimpia solo puede traducir a los tiempos difíciles que experimentamos y ayudarnos a buscarlos y abrazarlos hoy en nuestra vida cotidiana.
Gracias por acompañarnos en este viaje y te esperamos para vivir con pasión y amor esta experiencia única que Olimpia puede ofrecerte al descubrir los secretos del viaje en el tiempo y resolver el misterio del Olimpismo y luego del Panhelénismo. Y hoy valores universales y basados en dos ejes:
El “juego limpio”
El primer eje identifica los valores de honestidad, respeto por las reglas de conducta de los Juegos, igualdad, justicia, respeto por los atletas y paridad.
La “rivalidad noble”
El segundo eje incluye los valores de excelencia, la competencia educada entre individuos y pueblos, la tendencia a distinguir y la supremacía de cualquier rivalidad.
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